Por más que me recorrí zapaterías por todo Madrid no encontraba nada a mi gusto. Los zapatos negros que me gustaban por su diseño, me resultaban incomodísimos. (Hay que ver lo altos que se llevan los tacones esta temporada...)
Y cuando por fin encontré unos a mi gusto, con el tacón medio y un poquito de plataforma. Súper-cómodos! No tenían de mi talla. A seguir buscando...
Con la fecha de la boda cada vez más próxima, decidí volver a la tienda donde había visto los zapatos a mi gusto, por si habían recibido más tallas. No fue así. Los zapatos negros seguían sin aparecer. Pero mi madre encontró el mismo modelo en blanco, y sí había mi número. Ella no estaba muy conforme con eso de que llevase zapatos en negro, y aunque me costó un rato decidirme al final me los llevé en blanco.
Son de piel, forrados de raso, y supongo que tienen poco apaño para futuras ocasiones. Pero quedan tan bien con el vestido... Un día es un día!
Os pongo una foto para que veáis cómo son:
¿Qué os parecen? ¿Os gustan?
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